sábado, 1 de octubre de 2011

Fiestas de San Miguel. Seguimos en el Barrio

Llevamos 16 meses resistiendo en el local, es decir: programando talleres, actividades socioculturales, reivindicativas, como si no estuviéramos amenazados de desalojo.

La información y presencia de la Asociación en la calle es evidente, junto con otros movimientos sociales, asociaciones, el 15 M, en manifestaciones de apoyo a la sanidad y educación públicas, contra la privatización del Canal de Isabel II, en defensa de los Servicios Públicos, de calidad para todos.

Sabemos que la vida de la Asociación no se acaba con el desalojo del local, que es una lucha más, reivindicando el uso de los locales públicos como lugar de encuentro y gestión de ellos por los mismos vecinos, por los ciudadanos.

Con esta perspectiva, en las fiestas del barrio en septiembre, en el Parque de Berlín, hemos repartido entre los vecinos la octavilla, que fue muy bien acogida entre los que se acercaron por la caseta, cuyo texto figura a continuación.






NO AL DESALOJO

500 días en lucha contra el Desalojo de la Asociación Valle Inclán. Cerca de año y medio. Ese es el tiempo que los miembros de la asociación, junto a otros colectivos y muchos otros vecinos de forma solidaria, venimos peleando, para no ser expulsados por la Comunidad de Madrid, del local en el hemos trabajado desde hace muchos ¿..? años.

Cerca del verano del 2010, la consejería de ¿Educación? de la Comunidad, nos comunicó su intención de desalojarnos del local que ocupamos, con la intención, decían, de rentabilizarlo. Y nosotros nos preguntamos: ¿es que el trabajo sin ánimo de lucro que han realizado los centenares de vecinos de la asociación a lo largo del tiempo, no es un beneficio social?, ¿solo se puede medir el beneficio, en términos de que alguien se lleva un dinero?. La Asociación Valle Inclán, ha rendido unos beneficios innegables al barrio de Prosperidad durante décadas. Beneficios que hay que medir en su vertiente de colaboración a la cohesión social, a la extensión del conocimiento y de la cultura crítica, a la realización de actividades lúdicas y de ocio o a la concienciación de de los ciudadanos respecto a las exigencias democráticas.

Todo eso son beneficios que no se pueden medir en términos económicos, como tienen como patrón, nuestros responsables políticos de la Comunidad. Y tal vez porque sea ese su único horizonte, han decidido que en los locales “públicos” de los que ellos son depositarios, -pero que hay que recordar de los que no son “dueños”, porque esa propiedad nos pertenece a todos los ciudadanos- no van a tener cabida asociaciones como la “Valle Inclán”, que si cree firmemente en el valor de lo público.

Seguimos luchando por reivindicar los espacios públicos en beneficio de los vecinos y ciudadanos y seguimos exigiendo el derecho que nos da el tiempo y la razón a seguir en “nuestro” local. Pero que no quepa la menor duda, de que si en un futuro próximo la definitiva decisión judicial (pues llegaremos hasta donde podamos) nos obliga a abandonar el local, la Asociación va a seguir viva y va a seguir trabajando en el barrio, con y por los vecinos. Y seguiremos diciendo NO al Desalojo, porque defendemos un concepto de lo público solidario y porque estemos donde estemos, esa convicción de que lo que importa es el beneficio de todos y no el de unos cuantos, es lo que va a mantener con vida a la “Asociación de Vecinos Valle Inclán”.

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